Desafección Política y Deterioro Democrático: Cui prodest?

«El coste de tanta escandalera», así reza el título de un artículo que Manuel Cruz publicó hace unos días en el periódico «La Vanguardia» y que podéis ver aquí. Un breve artículo, cuatro párrafos, en los que el autor apunta un inquietante panorama:

  • En la esfera de la política ya no residiría el núcleo del poder.
  • La política pasa a ser una mera forma de espectáculo.
  • La crispación y los exabruptos en política son irrelevantes y sin coste para sus autores.
  • Ergo, la ciudadanía no se toma en serio la política: DESAFECCIÓN

No se puede decir tanto en tan pocas líneas, la política convertida en un paisaje desolador, con un elevado grado de desafección por parte de la ciudadanía. En definitiva, todos los síntomas de un grave deterioro democrático. ¿Alcanzando -quizás- el punto de no retorno?

Sin embargo, Cruz señala un hecho incontestable, un argumento objetivo, que bien debiera obligarnos a pensar lo contrario: la gestión de la crisis de la pandemia comparada con la salida de la crisis iniciada en el año 2008. Sin duda dos formas bien distintas de responder desde la política a situaciones vitales que afectaron y afectan de lleno a la ciudadanía. Reflexionar sobre esta cuestión permitiría concluir la cuestión con esta frase que el filósofo destaca en su artículo:

Hay que regresar a la idea de que la política puede afectar para bien a la vida de los ciudadanos.

Comparto con Manuel Cruz la racionalidad que debiera hacernos entender a cada uno de nosotros la importancia real de la política en nuestras vidas, pero también coincido con él en la visión de un panorama actual que parece pretender todo lo contrario. La pregunta clave sigue a ser la clásica: Cui prodest? (A quien beneficia?).

Una pregunta, cui prodest?, cuya respuesta todos podemos vislumbrar y refleja un negro panorama, porque si algo resulta evidente es que las clases medias y trabajadoras, junto con los sectores más vulnerables de la sociedad, no son precisamente las beneficiarias de la desafección política.

Queda en la responsabilidad y en el compromiso de todos y cada uno de nosotros seguir luchando para que tal distopía no se produzca.

Gracias por compartirlo en tus redes:

2 Respuestas

  1. 19 agosto, 2021

    […] Dos frases que quiero destacar de este último artículo: “mitigado solo en parte por el activismo del Estado” y “enorme desafección política”. Dos frases relacionadas directamente con una de mis últimas entregas en el blog y que invito a leer al que no lo haya hecho aún: «Desafección Política y Deterioro Democrático: Cui prodest?» (ver aquí). […]

  2. 19 agosto, 2021

    […] Dúas frases que quero destacar deste último artigo: “mitigado só en parte polo activismo do Estado” e “enorme desafección política”. Dúas frases relacionadas directamente cunha das miñas últimas entregas no blog e que convido a ler ao que non o fixera aínda: «Desafección Política e Deterioro Democrática: Cui prodest?» (ver aquí). […]

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