Docentes hablando solos por los pasillos

Me comentaban, hace ya años, que a un médico español que realizaba una estancia en un gran hospital privado en los EEUU hubo algo que le sorprendió sobremanera el primer día que llegó al centro. Ese algo era ver a sus colegas médicos hablando solos por los pasillos del hospital.

Sorprendido por este hecho que no parecía normal, nuestro paisano preguntó acerca de semejante práctica. La respuesta dejó rápidamente el misterio al descubierto. Sus colegas iban por los pasillos armados con una minigrabadora e iban redactando los apuntes sobre cada uno de sus casos. Esas grabaciones se las pasaban luego al personal administrativo del hospital para que los transcribieran en las correspondientes fichas de cada uno de los pacientes.

Diario de Pontevedra, 15/11/2023

Siguió inquiriendo nuestro buen médico acerca de tal práctica y la nueva respuesta que le ofrecieron no pudo ser más lógica. El trabajo de los médicos era lo suficientemente importante y su salario demasiado elevado como para que tuvieran que realizar una labor que bien podía hacer un administrativo. Así pues, era el personal administrativo quien se encargaba de realizar el conjunto de tareas burocráticas que, de no ser así, ocuparían un tiempo precioso del personal médico del centro.

Y viene esto a cuento de que, tras mi reciente incorporación al centro escolar en el que tengo mi plaza, me ha tocado ver la gran carga burocrática con la que se penaliza a unos docentes cuyo tiempo estaría mucho mejor empleado en la práctica pedagógica.

Se me podrá achacar que, como ponente que fui de la LOMLOE, la actual ley educativa, tengo mi parte de culpa en dicha cuestión. No negaré que todo proceso legislativo es mejorable y que muchas veces se obvia el contacto directo con aquellos que están a pie de obra, pero creo que esto, aunque pueda tener su porción de razón, sería desviar el tiro. Una ley orgánica no desciende en su articulado hasta la definición última de los procesos burocráticos que conlleva, ni a las labores cotidianas que implican.

Existen procedimientos que podrían optimizar los procesos burocráticos que hoy en día tienen lugar en los centros escolares y que suponen una carga en tiempo y recursos que penaliza la estricta labor educativa. Citaré unos cuantos a modo de ejemplo sin pretender ser exhaustivo ni afirmar que sean los mejores. El debate debe quedar abierto y sin duda hay quienes podrán opinar con mayor conocimiento de causa.

La presencia de más administrativos en las escuelas, son muchas las que no cuentan con ninguno, sería una buena medida. Administrativos formados en las Escuelas de Administración Pública con un perfil adecuado a las necesidades de los centros escolares. Tal vez incluso, esto requeriría un mayor debate, esos puestos podrían ser ofrecidos a docentes relevados, por distintas razones, de su función educativa.

La Inteligencia Artificial, tan de moda actualmente, podría también tener cabida en este campo con las debidas precauciones. Programadores y expertos docentes, trabajando conjuntamente, diseñando aplicaciones que aligeraran y facilitaran la carga administrativa.

Sería también importante crear un Grupo o Grupos de Trabajo que analizaran los procesos burocráticos actualmente en curso y redactaran un documento con las conclusiones que considerasen, recomendando los cambios pertinentes para mejorar los procesos e  incluso aquellas sugerencias que, de haberlas, puedan apuntar a  cambios en la legislación educativa actual. Por supuesto, tales grupos debieran estar formados por expertos en los distintos escalones de la administración educativa (tutores, personal directivo de los centros, inspección educativa,…).

El reciente acuerdo sindical firmado entre la Consellería de Educación y varias organizaciones sindicales contempla la creación de una comisión para estudiar este tema. Esperemos que no quede reducida a una serie de vagas recomendaciones, se trabaje con el rigor que merece este tema y podamos contemplar resultados a corto plazo.

En fin, optimizar la labor docentes, aligerar la burocracia, contar con el personal adecuado en los centros para las distintas tareas, no debiera encontrar motivos de disputa y sí ser un lugar de encuentro. No todas las medidas precisan de una gran carga presupuestaria, por lo que iniciar los trabajos no debiera tener excusa.

No se trata de ver a maestras y maestros hablando solos por los pasillos, como aquellos médicos del hospital, pero sí de optimizar la función docente en nuestra Escuela Pública, que es la escuela de todas y todos.

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