¡Bah!, total mil millones de nada
En el consejo de ministros del pasado martes, se aprobaba la mayor partida de Becas y Ayudas de la historia para nuestros estudiantes. Una cantidad, 2.520 millones, que supera en mil millones la última partida del gobierno del Partido Popular con Rajoy al frente y que beneficiará a más de un millón de estudiantes.
Mil millones de euros es también la cantidad que el ministerio de Sanidad ha destinado, en los años 2022 y 2023, a la financiación de la Atención Primaria, una de las debilidades principales que aqueja hoy a nuestro Sistema Nacional de Salud.
Dos noticias que debieran acaparar grandes titulares y reconocimiento, pero que el ruido instalado en la política cotidiana hace desaparecer del debate público con una facilidad pasmosa. Y, por supuesto, unas cantidades que se incardinan en unos presupuestos que en estas áreas, sanidad y educación públicas, reflejan las mayores partidas de la historia.
Sanidad y Educación, como servicios esenciales que deben mantener su carácter de públicos, universales, inclusivos y gratuitos, han demostrado en la pandemia lo que significaron las políticas de austeridad que, basadas en las teorías neoliberales, se aplicaron de forma intensa en nuestro país durante la anterior crisis.
Vivimos en una sociedad en la que pareciera que no existe el pasado, ni siquiera el pasado reciente, y se vive a golpe del último titular. Sin duda no son pocos a los que interesa que se imponga esa forma de instalarse en el mundo, pero rebelarse contra esa visión es imprescindible en una sociedad que apueste por su futuro. Por lo tanto, es nuestro deber recordar y contrastar.
Así, no debiéramos olvidarnos del copago farmacéutico implantado por el gobierno de Rajoy que provocaban que los sectores más vulnerables tuvieran que renunciar a unos medicamentos que no podían permitirse el lujo de pagar. Y si hablamos de Feijóo, recordemos como en su gestión sanitaria como presidente de la Xunta de Galicia recortó 1.000 millones en la sanidad pública, se cargó 1.300 plazas de profesionales y suprimió 900 camas.
Tampoco olvidemos unas subidas de las matrículas y de los recortes en becas en plena crisis, por decisión del ministro Wert, que provocó que 120.000 de nuestros jóvenes tuvieran que abandonar su sueño universitario por no poder permitirse sus familias afrontar el gasto que suponía el mantener a sus hijos en la universidad.
Tal vez de este modo, recordando y contrastando, mil millones más para la Atención Primaria, mil millones más para Becas y Ayudas, no se queden envueltos entre páginas, tertulias o tuits, superen el instante temporal de un titular y cobren el valor real que suponen estas cifras en la recuperación y mejora de nuestro Estado del Bienestar. En especial en lo que suponen para la reducción efectiva de los niveles de desigualdad en nuestro país, que también existen en materia de salud, y en que el despliegue del talento de nuestra juventud no dependa del valor en Bolsa de su cuna.
Nota: En el Diario de Pontevedra aparece que Feijóo «recortó 10.000 millones en la sanidad pública» cuando la cifra real son 1.000 millones. Un error cometido por mí y no por el periódico, cuestión que quiero dejar clara. Una cifra, mil millones, aludida en el título, pero en la que se escapó un cero de más y una revisión de menos.