Ayuso, Cuca, Feijóo: Becas para ricos, Equidad a 100.000 euros
En el Madrid de las libertades de Díaz Ayuso se jactan, como acto de justicia social, de conceder becas para asistir a centros privados de educación a aquellas familias cuyo salario anual alcance los 107.739 euros (caso de tener un único hijo), lo que significa un salario mensual para cada miembro de la pareja de 3.848 euros al mes. Una cantidad que se incrementa según el número de hijos hasta alcanzar los 179.565 euros.
En ese modelo de sociedad de la opulencia, también defendido por Cuca Gamarra, portavoz del Congreso del Partido Popular, resulta que, para ellos, esos más de 100.000 euros son la cantidad que cobran las clases medias de este país. Así lo ha dicho sin reparos la propia Ayuso, contando con el aplauso y la aprobación de Gamarra: estas becas son para familias con “rentas medias”.
No creo necesario recordar que hablamos de becas para aquellas familias que deciden llevar a sus hijos a centros educativos privados, centros a los que, como todos sabemos y permítanme la ironía, suelen llevar sus hijos las familias socioeconómicamente más vulnerables. Pero esa es la libertad de elección de centro de la que alardea el Partido Popular.
Tendríamos que preguntarnos como casa esta singular política de becas con las palabras del presidente del Partido Popular, Núñez Feijóo, cuando dice que el PP en Españas se debe “a las rentas más bajas, las rentas más débiles y las rentas más modestas”. Cuando Feijóo habla de rentas bajas, débiles y modestas, ¿se refiere a rentas anuales de más de 100.000 euros?
Las becas pierden todo su sentido si no cumplen con su función, con su razón de ser, que no es otra que perseguir la equidad, actuar en clave de compensación para quien más lo pueda necesitar y así permitirle alcanzar su pleno desarrollo, independientemente de su condición socioeconómica. La sinrazón de la decisión de Ayuso no hace otra cosa que deturpar y corromper el papel de las becas en nuestro país, pasando a beneficiar a aquellos que por sus condiciones de vida en ningún caso necesitan de esa ayuda para costear los estudios de sus hijos.
Hago mías las palabras de Pedro Sánchez cuando afirma que ayudas para rentas tan altas como las que plantea Madrid suponen “retorcer y violentar el propio significado de la política pública de redistribución de la renta y de impulso a las políticas de igualdad en generaciones que no tienen niveles de renta para estudiar lo que ellos consideren y expandir todas sus potencialidades”.
En el reciente informe de UNICEF, “La Agenda 2030 en clave de Infancia en la Comunidad de Madrid”, se señala que un 48% de los niños de la Comunidad de Madrid viven en hogares con dificultades para llegar a final de mes y un 8,7% de los hogares madrileños sufren pobreza material severa. Unos datos que debieran hacer reflexionar a Díaz Ayuso, pero especialmente a quienes, como el presidente del Partido Popular, Núñez Feijóo, aplauden sin rubor estas actuaciones.
Detrás de los aplausos de Núñez Feijóo y de Cuca Gamarra está la definición de un modelo que sin duda es el que pretenderán aplicar al conjunto del país si algún día alcanzan el Gobierno. El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, ha dicho que estar en contra de esta medida de Ayuso se debe a “prejuicios ideológicos”. No se engañen, estas políticas responden a los “principios ideológicos” de la derecha de este país, dar más a los que más tienen, debilitar el modelo de Estado del Bienestar e incrementar la privatización de los servicios públicos esenciales.
«Nos dirigimos, todavía con mayor intensidad, a una profundísima crisis económica», dijo recientemente Feijóo. Pues bien, ya sabemos cuál es la receta que quiere imponer a esta España de “rentas bajas, débiles y modestas”: Becas para ricos. Equidad a 100.000 euros.