Núñez Feijóo: la indigna estrategia de los «alternative facts»
«Alternative facts», esto es, “hechos alternativos”, ese fue el concepto acuñado por Kellyanne Conway, consejera del expresidente Trump, cuando tuvo que defender la falsedad declarada por Sean Spicer, Secretario de Prensa de la Casa Blanca. Spicer había indicado un número de asistentes a la investidura del presidente de los Estados Unidos que en modo alguno se correspondía con la realidad. A la señora Conway la entrevistaba el periodista Chuck Todd, quien no pudo reprimirse y le espetó:“Look, alternative facts are not facts. They’re falsehoods” (mire, los hechos alternativos no son hechos, son falsedades).
Pues bien, parece que Núñez Feijóo se ha convertido en alumno aventajado de la señora Conway ofreciendo a través de su discurso toda una retahíla de “hechos alternativos” del verdadero acontecer de nuestro país. Basta con realizar un mínimo seguimiento de las declaraciones realizadas por el ahora senador para darnos cuenta de su permanente falseamiento de la realidad. Algo que denota que no estamos hablando de “errores del directo”, sino de una estrategia deliberada y perfectamente planificada.
Núñez Feijóo no se para en barras y no duda en retorcer la verdad y en torturar los números para así conseguir que el cuadro que nos presenta adquiera el tono sobrecogedor de un país en quiebra y camino del precipio.
Son muchas las frases pronunciadas por Núñez Feijóo que prueban que sigue este camino. Y, lo peor, no es que anuncie de modo permanente lo que podrían ser las zonas más sombrías de la realidad, sino que no le importa utilizar la mentira o rebozarse en engañosas medias verdades con tal de tratar de conseguir que la ciudadanía abrace sus postulados.
Uno de sus primeros intentos fue cuando en su primera pregunta como senador señaló sin ruborizarse que en España “ya estamos pagando la prima de riesgo a 250 puntos, la prima de riesgo más alta desde el verano de 2014”. Lo cierto es que ese día, la prima de riesgo cotizaba a 111,6 puntos, menos de la mitad de lo señalado por el líder popular.
En entrevista concedida a una cadena de radio, Núñez Feijóo señaló que “llevamos 90 reales decretos leyes que no se tramitan como leyes, sino que se aprueban y se dejan aparcados para que entren en vigor sine die. Y no se tramitan las leyes. Esta es otra anomalía de los últimos cuatro años”. Ocultaba Feijóo que 47 de ellos ya se estaban tramitando como proyectos de ley para debatirlos en las cámaras.
Tampoco no se cansa de repetir que “España es el país de la Unión Europea con mayor inflación”, frase pronunciada hasta la saciedad durante todo el mes de abril. Sin embargo, la realidad informada por Eurostat señalaba en ese momento que 11 países europeos superaban a España en relación con su dato de inflación.
En ese mismo mes, Núñez Feijóo aseveraba que “el año pasado hemos tenido más de 50.000 millones de incremento de recaudación de IVA” y, añadía, que “la ministra de Hacienda acaba de hacer públicas la liquidación del presupuesto y ha dicho que había recaudado 60.000 millones más de IVA”. El problema es que el avance de la recaudación tributaria con respecto a la recaudación del IVA apenas superaba los 9.000 millones, esto es, entre 6 y 7 veces menos que las declaradas por Feijóo.
Todavía podemos recordar cuando, hablando de los fondos europeos Next Generation, el presidente del Partido Popular señaba que “de cada diez euros, siete quedan en manos de la Administración General del Estado”, acusando de paso al gobierno de “centralismo y lentitud”. Lo cierto es que el gobierno solo gestionó cuatro de cada diez euros, el 43%. El resto lo gestionaban las comunidades autónomas, el 46%, y las entidades locales, el 11%.
Qué decir si hablamos de la creación de empleo y de los datos del paro. Comenzó hace un mes diciendo que los datos que daba el gobierno estaban falseados y hubo que replicarle que, por favor, estudiara un poco antes de transmitir infundios ya que, en todo caso, sus afirmaciones solo servían para poner en evidencia una ignorancia impropia de quien estuvo gobernando durante varios mandatos una comunidad autónoma.
Posteriormente, en mayo, cuando las cifras indicaban que por primera vez se habían superado los 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, Núñez Feijóo señaló que los buenos datos se debían al fuerte “crecimiento del empleo público generado durante la pandemia”, además de indicar “el grave desequilibrio que tal cuestión provocaba”. Pero tales afirmaciones eran desmentidas por las cifras reales que, negro sobre blanco, constataban una drástica reducción del ritmo de crecimiento del empleo público respecto a años anteriores.
Y hace pocos días, todos menos Núñez Feijóo, nos alegrábamos de que los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo semestre del año plasmara unas cifras que se acercan a los 20,5 millones de personas con empleo en nuestro país, el mejor dato de la historia. Por cierto, consiguiendo que uno de cada dos contratos sean indefinidos, cuestión que beneficia especialmente a los jóvenes y a las mujeres. Poca gracia le haría el artículo laudatorio del Financial Times sobre estas cuestión y los logros de la Reforma Laboral.
Ya lo último es de traca, acusar al gobierno de Pedro Sánchez de dejar un pufo de 6.000 euros a cada español en deuda pública. Núñez Feijóo parece olvidar que, durante su mandato en la Xunta de Galicia, casi triplicó la deuda pública, pasando de 3.954 a 11.314 millones de euros, eso sí, recortando al mismo tiempo en sanidad y educación pública. Como también quiere ignorar que Rajoy incrementó la deuda pública de España en un 46%. Y sí, recortando también en los servicios públicos esenciales. El actual gobierno lleva cuatro años consecutivos rebajando la deuda pública (el último año la mayor reducción del déficit de la historia) y, eso sí, incrementando los presupuestos para los servicios esenciales, sanidad y educación pública, pensiones e ingreso mínimo vital, entre otros.
En este mismo diario, podíamos leer este pasado sábado que “España es el país que más crece de las grandes economías europeas, muy por encima de la media de la UE, del 0,6%”. Efectivamente el crecimiento de nuestra economía, como se indica en la noticia, aceleró el ritmo de crecimiento entre abril y junio con un avance del 1,1% del PIB, casi el doble de la media europea. Pero no se preocupen, los “hechos alternativos” de Núñez Feijóo les transmitirán todo lo contrario, las buenas noticias solo le traen disgustos e instalarse en el catastrofismo permanente, aún a cuenta del falseamiento de la realidad, seguirá siendo su estrategia.