El pie izquierdo de Feijoó, políticas de qué ayer y para qué mañana
No parece que Núñez Feijóo, el líder «in péctore» de lo que ellos mismos denominan nuevo Partido Popular, se haya levantado con buen pie en la asunción de su aclamada presidencia. Da toda la sensación de que se hubiera levantado con el pie izquierdo, cuestión que, obviamente, no tiene nada que ver con su ideología y sí con el mal fario que la tradición atribuye a los que se levantan de mañana con tal extremidad.
La acusación lanzada al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que este quería forrarse a costa de los impuestos a las eléctricas y a los hidrocarburos quedará durante mucho tiempo en los anales como ejemplo de un político que siempre ha tenido a gala gabarse como magnífico gestor, pero que con sus palabras demuestra todo lo contrario.
Es el inconveniente de quien antepone el cálculo electoral al discurso veraz, no importándole ser vehículo que alimente falsas noticias. Y además, en este caso, evidenciando un nulo conocimiento de cómo se distribuyen los impuestos en nuestros país o, más concretamente, cuáles de ellos reciben las comunidades autónomas.
El clamor y el bochorno colapsaron medios de comunicación y redes sociales, teniendo que recordarle al «gran gestor» que tales impuestos van al haber de la Galicia que gobierna. Concretamente el 58% del impuesto de hidrocarburos y el 100% del impuesto sobre la electricidad. Si además le sumamos lo que revierte por el IVA, resulta que Núñez Feijóo recibe «para forrarse» más de 2.461 millones de euros.
Y no hablamos de una cantidad menor, esa cifra es semejante a la suma del presupuesto de gastos de la Xunta de Galicia en Pesca, Empresa, Sociedad de la Información, Justicia, Actuaciones en Medio Rural, Actuaciones en Medio Ambiente, I+D+i, Infraestructuras, Empleo, Dinamización del Medio Rural y Transferencias a los Ayuntamientos, que asciende a un total de 2.511,6 millones de euros. O si se prefiere, la suma es prácticamente el gasto de la Consellería de Educación, 2.684,5 millones.
Son, todos ellos, datos que indican para que sirven los impuestos a la ciudadanía salvo que, efectivamente, y permítanme la ironía, Núñez Feijóo los use para «forrarse».
Sin embargo, para mí, mucho más preocupante y que han pasado más desapercibidas, son las declaraciones de Nuñez Feijóo realizadas el pasado sábado en Tenerife, en su periplo precongresual por toda España. En dicho mítin, el futuro presidente del Partido Popular afirmó que aspira a una política diferente inspirada en el ayer y pensada en el mañana.
No estaría mal que Núñez Feijóo nos advirtiera en que ayer tiene pensado inspirarse. En el ayer de Manuel Fraga, en el ayer de José María Aznar o en el reciente ayer de Mariano Rajoy. Su concreción nos permitiría afinar cuáles son esas políticas del mañana en las que está pensando, las de los recortes en los servicios públicos esenciales (sanidad y educación), aquellas que buscan para lo privado la excelencia y para lo público la beneficiencia, la de las amnistías fiscales para los que más tienen, la de los pactos con la ultraderecha de VOX, la de la precariedad y la temporalidad en el empleo, la de la pérdida de derechos sociales como la eutanasia o el Ingreso Mínimo Vital, la reversión de la subida de pensiones respecto al IPC, … En fin, podríamos seguir, pero esperemos que Núñez Feijóo tenga la cortesía de contárnoslo con detalle (y sí, lo han adivinado, esto último también es ironía).
(Artigo publicado en el Diario de Pontevedra, el 19 de marzo de 2022)