BNG-PSOE.- Rendiciones Recíprocas
En su libro «La libertad democrática», Daniel Innerarity escribe lo siguiente: “En las sociedades avanzadas no suele haber victorias o derrotas, sino algo que podríamos llamar «rendiciones recíprocas», acuerdos en torno a lo que unos y otros, conscientes de que los programas de máximos son inalcanzables, pueden considerar aceptable”.
Creo que es un gran hallazgo de Innerarity tal concepto de «rendiciones recíprocas» y pienso que es en él donde debemos canalizar los acuerdos entre fuerzas políticas que debieran tener cómo objetivo el entendimiento mutuo para poder llevar adelante aquellas líneas de actuación que cuentan con un alto grado de coincidencia en sus propuestas programáticas.
«En las sociedades avanzadas no suele haber victorias o derrotas, sino algo que podríamos llamar «rendiciones recíprocas», acuerdos en torno a lo que unos y otros, conscientes de que los programas de máximos son inalcanzables, pueden considerar aceptable»
BNG y PSOE se enfrentan, nos enfrentamos, a una situación en la que nos colocaron los votantes de esta ciudad en las últimas elecciones municipales. Frente a una mayoría insuficiente para gobernar obtenida por el Partido Popular, la suma de los resultados obtenidos por el BNG y el PSOE permiten contar con un número total de concejales suficiente para que, de forma holgada, se puedan llevar adelante aquellas políticas progresistas derivadas de unos programas electorales que se entiende cuentan con importantes elementos comunes.
No parece desatinado afirmar que tal sería el sentido de la mayoría de votantes, por eso resulta necesario ante todo ponerse a hablar y llegar a un acuerdo programático que debiera ser transparente, riguroso y realizable en los cuatro años de duración del mandato.
Un acuerdo programático que no debiera basarse en una simple división de áreas, de forma que, una vez procedido al reparto de las mismas, cada quien pueda “hacer de su capa un sayo”. Convertir cada departamento municipal en «reinos de taifas» no parece la mejor opción para un viaje que se proponga largo en el tiempo y fructífero en los resultados. Es por eso que conformar un programa común de gobierno no parece sólo deseable, sino que deviene necesario para el éxito colectivo.
Cierto que existen piezas incómodas que es preciso resolver. La condición final de la calle Reina Victoria es una de ellas. Guste o no, esa calle se convirtió en un elemento icónico en los debates ciudadanos sobre política local.
Pienso que la ciudadanía no podría entender que una calle fuera el elemento decisivo que decida el llegar o no a un acuerdo entre ambas fuerzas, pero, igualmente, pienso que tampoco entendería que en el acuerdo final no se abordara la situación de dicha calle.
Sobre Reina Victoria cabría repetir la conocida frase del diputado de Alianza Popular, Manuel Iglesias Corral, pronunciada en el año 1986 en el Parlamento de Galicia: «Aquí pasó lo que pasó y lo sabemos todos». Por tanto, me ahorraré narrar la sucesión de argumentos que fueron empleados para propiciar el cierre total de la calle, incluso aquellos que, más que argumentos, sonaron a excusa.
«Aquí pasou o que pasou e sabémolo todos»
[Aquí pasó lo que pasó y lo sabemos todos]
En la situación actual, argumentar que el cierre total de Reina Victoria resulta imprescindible para consolidar el llamado «modelo Pontevedra», entre otras cuestiones por el tráfico que provocaría de nuevo en Campolongo o Eduardo Pondal, no se sustenta, especialmente sei tenemos en cuenta que la propuesta socialista hablaba de convertirla en una calle de plataforma única, de preferencia peatonal y con acceso a residentes y servicios.
De todas formas, no sería consecuente afirmar que el tema de la calle sea la clave de bóveda de las negociaciones entre el BNG y el PSOE. Temas como la optimización de los servicios sociales, la organización y la dimensión adecuada de la plantilla municipal, la búsqueda de fondos europeos y la consolidación de proyectos medioambientales, son temas de gran importancia, así como ahondar en la participación ciudadana, la revitalización del Consejo Económico-Social y del Consejo Escolar Municipal. Por citar puntos concretos, hablaríamos de la ejecución de los proyectos de la recuperación del río (Pontevedra Fluye), la apertura del río Gafos y la simplificación y agilización de los trámites administrativos y de atención a la ciudadanía.
En fin, muchos asuntos de los que hablar, muchas cuestiones que consensuar y, porque no, volviendo a Daniel Innerarity, también «rendiciones recíprocas» que permitan plasmar un programa progresista común de gobierno para la buena marcha de nuestra ciudad.