Memorias de Tuco: «Un taxi verde e un concerto»

Mi compañero y mejor amigo, Francisco (Tuco) Cerviño, acaba de publicar en Galaxia sus memorias bajo el título «Un taxi verde y un concierto», si bien, de pretender ser precisos, tendríamos que señalar que el texto abarca las primeras tres quintas partes de su periplo vital. Quedan, pues, sin relatar dos partes que, espero, conformarán un nuevo volumen en el que sus vivencias como profesional y gestor sanitario, el tiempo político de la transición y su etapa en el Parlamento de Galicia cobrarán vida.

Con Tuco Cerviño coincidí seis años en el Parlamento de Galicia, los cuatro años de la legislatura del gobierno de Emilio Pérez Touriño y los dos primeros años de gobierno de Núñez Feijóo, por lo que tuvimos tiempo de forjar una honda amistad y contar con vivencias comunes que, en la faceta parlamentaria, tenían que ver, especialmente, con la situación de nuestra lingua galega, tanto desde la óptica cultural como desde la educativa. Tiempo y páginas habrá para recordarlos.

Creo que para dar cuenta del contenido y del espíritu del libro resultará mucho mejor acudir a las palabras del propio autor, razón por la cual me permito dejar a continuación el resultado de la excelente entrevista que le realizó Miguel Ángel Rodríguez, director del Diario de Pontevedra, a Tuco Cerviño, y de la que fui -junto con Roxelio Pérez Poza- testigo privilegiado. Por cierto, entrevista de la que el propio Tuco hizo comentarios elogiosos. Aquí va:

Francisco Cerviño: «Parte de este libro es pura Pontevedra y los pontevedreses que yo conocí»

Xosé Fortes, ilustre historiador pontevedrés y amigo personal del autor, presentará mañana en el IES Valle Inclán Un taxi verde y un concierto, de Francisco, Tuco, Cerviño ► Los acompañará el presidente del Consejo de Administración de la editorial Galaxia, Antón Vidal Andión ► Los tres revivirán, como en el libro, la vida pontevedresa desde los años 50 hasta bien entrados en los 80

Su parecido físico con Mariano Rajoy ha motivado en su vida multitud de anécdotas que este médico, ex-gerente de los hospitales Juan Canalejo o Gregorio Marañón, y diputado socialista en Galicia durante cuatro legislaturas lleva siempre con su buen humor característico. Francisco, Tuco, Cerviño, procedente del nacionalismo de izquierdas, hijo y nieto de concejales en Pontevedra, se destapa ahora en un libro que mañana presenta en el IES Valle Inclán (el instituto donde se formó). «Iban a ser unas memorias políticas, pero son las memorias de parte de mía vida», reconoce. En la obra, titulada Un taxi verde y un concierto, Pontevedra tiene «un protagonismo máximo».

Diario de Pontevedra, 5/06/2023

¿Siempre le gustó escribir?
Pues mire, creo sinceramente que hago buenos perfiles. Tengo escritos perfiles como el de Fraga, el de Antolín (Sánchez Presedo), el de Ceferino Díaz, de Beiras, de Victorino Núñez, Paco Vázquez…

¿Entonces ahora le tocaba su propio perfil?
En realidad pensaba hacer unas memorias parlamentarias tras rematar mi etapa en el Parlamento Gallego, en el 2013. Iban a comenzar con la llamada de Tino Méndez, que era diputado en el Congreso, a mi despacho de gerente del hospital Gregorio Marañón de Madrid. Me preguntó, por indicación de Antolín Sánchez-Presedo, si estaría dispuesto a ir en la lista del Partido Socialista. Le dije que por supuesto, encantado. Ahí empezaban…

Pero…
Pero un viejo amigo escritor me dijo en el paseo marítimo de A Coruña que unas memorias que no responden a la pregunta de quién son yo no le interesan a nadie. Así que tiempo después pensé que el hilo conductor de mis memorias tendría que ser el tiempo, no la política.

El libro va entonces del tiempo de su vida.
Ese tiempo empieza en mi infancia y familia, luego en la adolescencia y juventud, y después mi etapa de profesional y en la política preparlamentaria, para finalizar con la política cómo profesión. Ese era el plan…

De nuevo otro pero.
Pues sí. Porque me puse a escribir y rematé las tres primeras partes, que son estas memorias. La cuarta parte está sin escribir, tengo materiales, pero… es mi parte cómo profesional sanitario, como gestor, y también mi parte en la política, en la transición, en el tardo-franquismo, hasta entrar en el Parlamento, que sería ya una quinta parte.

Así que el que piense que va a comprar un libro de un político hablando de política se va a equivocar…
No de todo. Al final la política está en mucho de lo que recuerdo y de lo que escribo, porque la política forma parte de mi vida desde niño, en la casa.

¿Con Pontevedra muy presente?
La primera y segunda parte del libro son pura Pontevedra y los pontevedreses que yo conocí, aunque en la primera parte está Cotobade, porque mi familia paterna es de Cotobade, donde pasé todos los veranos hasta los 18 años. Pero mi familia materna es de Pontevedra. Hemos contado hasta ocho tatarabuelos pontevedreses, pero hay más datos de atrás, todos de Pontevedra.

Su madre, Daría González, maestra y política, era hija de Bernardino González Paz y nieta de Lino Enrique García Requejo, el maestro que introdujo en Galicia el sistema de enseñanza Froebel. Daría fue pionera al estudiar en la Universidad de Santiago, una de las pocas mujeres participantes en el Seminario de Estudos Galegos, fundadora junto con su marido, Francisco Cerviño, del colegio Inmaculada, concejala en Pontevedra por Unidade Galega y socia fundadora de la Fundación Alexandre Bóveda. Desde 2020, el antiguo CEIP Príncipe Felipe lleva su nombre…
Sí, y yo me enteré por un periodista del Diario de Pontevedra. Me llamó para preguntarme que me parecía que mi madre diera nombre al Príncipe Felipe, y yo respondí que me parecía muy bien, pero que me acababa de enterar de la noticia con esa llamada (risas).

¿Su mirada de Pontevedra es una mirada desde la intelectualidad?
En mi casa había tres generaciones de maestros. Mi madre fue profesora creo que en todos los institutos, porque era PNN (profesora no numeraria). Ella decía que era la PNN más antigua de España, porque no la dejaron presentarse a las oposiciones por sus antecedentes políticos. Cuando la dejaron ya era tarde. Pero ella hizo las oposiciones a técnico de la administración civil del Estado. Siendo licenciada en letras y no en Derecho, sacó la oposición. Y trabajó en la inspección de trabajo aquí, en Pontevedra. Con esto quiero decir que mi etapa en el instituto Valle Inclán está muy presente en el libro y en mi familia, a través de mi madre, no sólo a través de mi experiencia o incluso de mis hermanos.

¿Qué recuerda del Valle?
No había otro instituto en la ciudad, era mixto, tenía cursos muy numerosos, éramos 60 en la clase. Y, sobre todo, había una mezcla social muy importante. Allí estudiaba desde el hijo del delegado de la Hacienda, hijos de altos oficiales de la Armada, la Marina o el Ejército, hasta el hijo de un cantero de Mourente o de un tabernero. Empezábamos el bachillerato a los 10 años. Recuerdo unas clases magistrales muy parecidas a las clases de la universidad. Ser catedrático de instituto entonces era muy importante, había mucho trasvase entre la universidad y el instituto. Era gente con un alto estatus y muchos de ellos eran muy buenos profesores. En el libro cuento la biografía de algunos compañeros y profesores.

En el instituto aparece destacada la figura de Filgueira Valverde.
Está muy presente. Era el alma de ese instituto. Posiblemente, a alguna gente, sobre todo de la izquierda, no le guste su figura. Pero son perjuicios. Es verdad que Filgueira fue un franquista, situacionista, como digo yo. Pero hay que distinguir entre sus posiciones políticas, y creo que no fue uno de los duros del régimen, y su legado en el instituto, en el museo y en la ciudad Pontevedra, que le debe mucho. Esta ciudad peatonal, con este casco viejo tan importante, se debe a las corporaciones que presidió Lores, y digo a las corporaciones, no sólo a él. Pero también, de una manera esencial, a las posiciones de Filgueira Valverde y de Sánchez Cantón, desde la comisión de monumentos. El instituto también es un legado de Filgueira: una institución libre, de enseñanza catolizado, eso sí, pero en la tradición del viejo instituto, de Castelao, de Bibiano Fernández de Ramón Sobrino… ese fue mi instituto.

«Creo que el PP no va a gobernar; más bien lo deseo»

La universidad, en el libro, es parte de la memoria histórica.
Aparece la memoria histórica porque está el 68 compostelano. En el famoso marzo del 68 está muy descrito todo el conflicto del famoso cierre de tres noches en el edificio central de la universidad. Es un conflicto que dura 40 días, 40 días de huelga continua en la universidad. Comenzamos pidiendo la dimisión del decano y acabamos chillando Democracia sí, dictadura no.

¿Qué le parece la situación política actual en España?
No me preocuparía tanto que el Partido Popular gobernara sólo. No sería lo que yo desearía, pero soy demócrata y creo en la alternancia. Pero lo que dicen las encuestas es que tendría que gobernar necesariamente con Vox. Vox ya le está doblando el pulso al PP en Valencia, en las Baleares, en Extremadura, o en Aragón. Y las cosas que está pactando son pura reacción, es el reaccionarismo, la vuelta atrás. No son posiciones conservadoras, son reaccionarias. Por lo tanto yo confío en que el Partido Socialista sea capaz de remontar esta situación.

Hay barones del PSOE muy críticos con Sánchez. ¿Y usted?
Hay muy pocos. Leguina, Paco Vázquez, Nicolás Redondo, Corcuera, César Antonio Molina, Virgilio Zapatero… Felipe González, Guerra… González no. Estuvo en una conferencia en la que estaba Alfonso Guerra y no dijo nada. Por el contrario, hay un documento de ochenta y tantos altos cargos del PSOE andaluz apoyando a Sánchez bajo el lema No es Sánchez, somos nosotros.

¿Cómo ve la situación actual de la sanidad, con la falta de profesionales como una amenaza difícil de afrontar?
La situación me parece preocupante. Tiene mucho que ver con los problemas estructurales de la sanidad y tiene mala solución en ese sentido. Además, la demanda aumenta cada vez más por la mayor esperanza de vida. Luego hay otros problemas que tienen que ver con el presupuesto y con el personal. Los presupuestos con la derecha fueron claramente a menos. Y luego, en el problema del personal, sobre todo el altamente cualificado, hay que reconocer que formar un médico lleva muchos años y se calculó mal. Tenemos un problema de planificación.

¿Cuál es su pronóstico para el 23 de julio?
Creo que el PP no va a gobernar. No me atrevo a decir más. Lo creo y el deseo. Pero también sé que, a veces, se confunde el deseo con la realidad (más risas)

Gracias por compartirlo en tus redes:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *