Reivindicaciones sindicales: Hasta el Banco de España les da la razón
«Que se entere la CEOE, hay que subir los salarios ya», proclamaba Pepe Álvarez, secretario general de UGT, y Unai Sordo, secretario general de CCOO, señalaba que «si España no recupera los salarios, el riesgo de ralentización económica es muy superior y la desigualdad social se va a implantar, algo que hay que evitar como sea».
Las reivindicaciones de UGT y CCOO responden a un argumento incontestable, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, así como el fuerte incremento de los beneficios empresariales. Y no es de recibo que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se haya referido recientemente a dicho incremento de beneficios aseverando que es «un mantra que yo no comparto». Hasta el Banco de España, poco sospechoso de levantar la voz de la izquierda, da la razón a los sindicatos cuando sostiene que los beneficios empresariales han crecido siete veces más que los salarios en España.
La Central de Balances del Banco de España, según indica la propia entidad, «es un servicio que analiza la información económico-financiera que envían voluntariamente las empresas no financieras españolas y que permite mejorar el conocimiento de estas sociedades». Pues bien, en el último de estos informes se constata como las ganancias empresariales se han incrementado en un 21% respecto del año 2021 en base a las subidas de precios y a la recuperación económica de nuestro país. Por el contrario, los gastos relativos al gasto en personal por trabajador únicamente han supuesto un 3% de incremento. Así pues, 21% frente al 3%, siete veces más han crecido los beneficios.
Resulta pues sensata la llamada de los sindicatos a que la CEOE reconsiderara su postura y se sentara a negociar. Los 400.000 euros que cobra al año Garamendi bien pudieran servir para recordarle que, entre sus funciones, también está la de sentarse con los representantes sindicales a negociar el Pacto de Rentas que este país necesita y no propiciar tácticas dilatorias.
Por parte del gobierno se ha procedido a la subida del Salario Mínimo Interprofesional en un 47% en lo que va de legislatura, lo que ha supuesto pasar de los 10.290 a los 15.120 euros anuales. Además, también se ha procedido a pactar el incremento retributivo en la Función Pública con los sindicatos mayoritarios del sector, UGT y CCOO, para el período 2022-2024.
La participación de los trabajadores en la buena marcha de las empresas, en el incremento de los beneficios, pareciera un argumento sólido que no debiera prestarse a discusión y menos con los datos antes expuestos del propio Banco de España que, repito, responden a información facilitada por las propias empresas.
No cabe pretender establecer en nuestro país un modelo de explotadores y explotados, esto es, que los sacrificios se le pidan a la clase trabajadora para que la fiesta la disfruten los de arriba. Elevar las tasas de desigualdad, las diferencias entre ricos y pobres, solo sirve para quebrar la paz social e instalar un alto grado de inestabilidad, algo que no se compadece con el necesario buen clima que el saneamiento de nuestra economía necesita, los países son tan fuertes como fuertes sean sus clases medias. Los sindicatos ya lo habían advertido y anunciaban un otoño caliente en la calle si no se alcanzara un acuerdo para subir los salarios.
Tocaba pues mover pieza a la CEOE, sentarse, negociar y alcanzar ese necesario Pacto de Rentas, salvo que su filosofía sea la de entender que lo que procede sea «subsidiar la riqueza» y por lo tanto que solo perciban los beneficios de la buena marcha de la economía empresarial los altos directivos, como el propio Garamendi, y los accionistas. Por cierto, desde la CEOE también podrían recordar que la política del Gobierno ha salvado más de 550 mil empresas y 3,6 millones de trabajadores.
En definitiva, si los beneficios aumentan, deben aumentar los salarios. Una reivindicación coherente que no dudo debiera ser compartida por un importante número de empresarios y autónomos. El anuncio realizado ayer de haber llegado a un preacuerdo entre la CEOE y los sindicatos, que deberá ser ratificado por los órganos de gobierno el próximo lunes, va en la buena dirección. Fuentes de la CEOE señalan que «aún quedan flecos», aguardemos que se resuelvan y que el preacuerdo se convierta en acuerdo firme.