Trump: Una bala no blanquea, pero…

Comillas
Autor de la cita

«La víctima es el héroe de nuestro tiempo. Ser víctima otorga prestigio, exige escucha, promete y fomenta reconocimiento, activa un potente generador de identidad, de derecho, de autoestima. Inmuniza contra cualquier crítica, garantiza la inocencia más allá de toda duda razonable. ¿Cómo podría ser culpable, o responsable de algo?»

Daniele Giglioli

Así reza esta cita de Daniele Giglioli tomada de su ensayo “Crítica de la víctima”. En él, Giglioli nos habla del Principio de la Victimización, aquél por el cual, en la sociedad en la que vivimos, la víctima se transforma en héroe.

Diario de Pontevedra, 3/08/2024

Vayan por delante, por si acaso, mis palabras de condena al atentado sufrido por Donald Trump, pero tal circunstancia, que todos los demócratas rechazamos, no debiera en ningún caso servir a la causa del blanqueo del candidato republicano y de sus políticas. Lamentablemente, Trump bien sabe para qué puede servir una bala y no pierde oportunidad de usarla en su favor.

«Yo no tendría que estar aquí esta noche. Y si lo estoy es debido a la gracia de Dios», decía un Trump eufórico ante una multitud que no dudaba en calificar el frustrado atentado como “milagro” y “señal divina”. Esto es, el milagro de la víctima que se convierte en héroe y, en este caso, ni más ni menos que en enviado de Dios.

Permítanme que dude mucho que pueda existir un Dios al que le haga gracia que se considere como su enviado, como un nuevo mesías, a aquél que predica la desigualdad, el odio, la inquina al inmigrante, el racismo, la defensa de la posesión de armas, la violencia, las falsas noticias, los derechos de la mujer, la deslegitimación de la democracia, …

Difícil que pretenda tener la gracia divina aquél que trata, con el aval de las grandes corporaciones médicas privadas, de echar abajo el “Obamacare”, la ley aprobada durante el gobierno de Obama y reforzada por Joe Biden, un tímido inicio en la línea de un servicio de salud básico y universal.

Raro sería también el Dios que considere como su emisario a aquél cuya principal iniciativa presupuestaria de calado fue un recorte de impuestos para los multimillonarios y las grandes corporaciones estadounidenses. No nos extrañe que los empresarios de Silicon Valley, liderados por Elon Musk, apoyen sin fisuras la candidatura de Trump.

Acojámonos a las últimas palabras de Giglioli, “¿cómo podría -la víctima- ser culpable, o responsable de algo?”, y aguardemos una ciudadanía que entienda que no se puede apostar por un irresponsable a quien ninguna bala puede blanquear. Que la razón triunfe sobre el victimismo y -permítanme- sobre el fascismo rampante.

[Nota: La imagen que ilustra este artículo es un fragmento de la obra de Ben Longstroth generada mediante Inteligencia Artificial.]

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