¿De eso se trata Alberto? ¿De no meter la pata?

Según pudimos leer hace pocos días en la prensa, “no meter la pata” ha sido uno de los mensajes principales que desde la sede de Génova del Partido Popular se ha trasladado a sus cabezas de cartel para el Congreso y el Senado. Especialmente, apostillaban, ahora que las encuestas dan a Feijóo como posible ganador.

Por un lado no es de extrañar, el espectáculo que están dando los distintos líderes populares, empezando por el propio Núñez Feijóo, en lo que concierne a sus relaciones con VOX en los distintos territorios, bien merece que desde la dirección de Génova alguien tratara de poner orden a tales entuertos, aunque no le arriendo la ganancia a quien deba cumplir dicha misión. Sirvan Valencia y Extremadura como penosos ejemplos.

Pero, por otro lado, es bastante lamentable pensar que el discurso político ante una campaña electoral se base en “no meter la pata”, en lugar de presentar una propuesta programática sólida que indique a la ciudadanía cuáles serían las principales líneas de actuación del partido caso de ganar las elecciones y disponerse a gobernar.

Lo cierto es que del Partido Popular solo conocemos el estribillo de su canción, “derogar el sanchismo”, pero se afanan en ocultar el resto de la letra de su cantinela. Claro que, esto último, implica suponer que la tengan escrita y no pretendan actuar a modo de “rap” improvisado.

Y no seré yo quien se crea lo del “rap” improvisado, por lo que entiendo que en su “derogar el sanchismo”  tendrán bien definidas cada una de las estrofas que componen  la canción y sospecho que, con esa instrucción de “no meter la pata”, lo que se quiere transmitir desde la dirección del Partido Popular es que a nadie se le escape ni una sola de la letra de tales estrofas, no sea que los votantes descubran lo que realmente pretende Núñez Feijóo en el caso de que alcanzara la presidencia de este país.

Dicho esto, no nos queda más remedio que aventurar por donde irán las líneas de ese programa oculto que no se quiere trasladar al espacio público. Y lo que parece deducirse de tal ejercicio de adivinación no es algo que pueda tranquilizarnos.

Retrotraer la subida de las pensiones según el IPC, revisar las subidas del Salario Mínimo Interprofesional, derogar la Ley de Eutanasia, avanzar en la privatización de los servicios públicos esenciales, derogación de leyes y vuelta a los recortes en  la sanidad y la educación públicas -en contra de lo aprendido en tiempos de pandemia-, volver al copago de los medicamentos, reconsiderar el Ingreso Mínimo Vital, reformar el sistema de Becas y Ayudas al estudio de forma que, al modo de Ayuso, alcancen al alumnado en centros privados de  las familias más pudientes, eliminar los impuestos a las grandes fortunas y a las empresas más boyantes, parálisis del avance del feminismo –violencia intrafamiliar- y de los derechos del colectivo LGTBI,… son algunas de las cuestiones que a todos se nos vienen a la cabeza al tratar de interpretar lo que puede resultar de un gobierno de Núñez Feijóo, máxime si vemos lo que ya está ocurriendo con los pactos PP-VOX en ayuntamientos y comunidades autónomas.

De ahí la arenga de Génova a sus candidatos para “no meter la pata”. No dar demasiadas pistas a los votantes, no sea que al final se acabe descubriendo la verdadera letra de la canción, el programa oculto del PP.